Esa rueda de astros o animales es sólo un constructo de aprendizaje que nos facilita la comprensión de la identidad humana y sus interrelaciones. En decir, exactamente lo mismo que la Estrella de David, el Eneagrama, la Constitución Septenaria del Hombre, los Chakras, etc. No habita en el universo físico sino en la psiquis colectiva. Inconscientemente nos adaptamos al rol o signo que se nos atribuye, e inconscientemente nos enfocamos en los aspectos que confirman la verosimilitud de este patrón de aprendizaje.
Jesús María Bustelo Acevedo
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