Las historias del Olimpo no hablan de la Divinidad, sino de la humanidad con todos sus vicios y virtudes limitantes, con toda su voluntad de conflicto consecuente con su negación de esa Divinidad y su reafirmación en esa humanidad.
Consignas que equiparan humanidad a Divinidad tienen la positiva intención de divinizar lo humano; siendo lo humano divino, lo humano ya no se da. Por lo tanto esa idea viene a ser la misma que aquella que aparentemente pretende contrarrestar.
Jesús María Bustelo Acevedo
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