Es bueno ser un sinvergüenza, porque la vergüenza se ha creado para limitarnos, para atrofiar nuestro poder, como si éste fuera para causar daño y no para ofrendar amor. Seamos sinvergüenzas, porque serlo no puede ser el privilegio de unos corruptos, sino el de la gente de buen corazón.
Jesús María Bustelo Acevedo
No hay comentarios:
Publicar un comentario