lunes, 7 de agosto de 2017

Un último intento para retener lo inevitable y una primera respuesta compensatoria


La idea de ego espiritual es la joya de la corona para el imperio del ego.

Comentario: Aquellos que hablan de este concepto evidencian que lo usan como un arma de culpabilización. Pero, verdaderamente, el ego espiritual no hay nadie que con mayor claridad lo manifieste que aquellos mismos que le dan ese uso: ante la masa que lo idolatra subrayan cómo ellos saben hacer las cosas de la mejor manera posible, cómo de su dedicación plena a la meditación obtienen resultados impresionantes, cómo han educado a sus hijos del modo más acertado despertando en ellos un gran amor por el conocimiento y la verdad (es decir, sin cortapisas nos están diciendo que sus hijos están en deuda con ellos, porque son "su obra", y no la Obra de Dios), y, entre otras cosas, justifican cualquier agresividad hacia los tóxicos, los dormidos, los que están tomados por el ego (el espiritual o el no espiritual) y hacia cualquiera que (conforme a sus enseñanzas, paradójicamente) no sea otra cosa que el reflejo de la realidad interior de aquellos que los acusan*. Todo este laberinto intelectual deja claro la necesidad de un texto aclaratorio de aquellos que les preceden, y ese texto no es otro que la Trilogía de Un Curso de Amor.

Jesús María Bustelo Acevedo

*Obviamente, yo doy noticia de estar tomado por el mismo "mal", pero ¿anula eso acaso el contenido y el propósito del razonamiento? Al contrario, le da aún más fuerza.

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