La percepción siempre es un error (un error que nos provee de aprendizaje), porque en ella no está la verdad... La verdad está en ti y, como dijo Jesús de Nazaret, nos hace libres

Movido por percepciones erróneas, tus acciones son siempre reactivas, compensatorias, comparativas... Otra cosa es que se autoengañe uno hasta el punto de sentirse feliz y satisfecho dentro de este paradigma de negación de sí mismo.

Jesús María Bustelo Acevedo