Estado, iglesia, ejército, aristocracia y funcionariado se alían para oprimir a las personas, y lo hacen en nombre de un distorsionado y falso cristianismo... Pero sólo Dios, el Rey de la Verdad, es dueño de las almas, y el perjuicio que causa quien vive en la mentira sólo es reflejo del que se hace a sí mismo al no aceptarse en la Verdad.
Jesús María Bustelo Acevedo
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