Jesús no pone condiciones. El hombre, en su libre albedrío, las pone. Somos creados en Libertad, y si no hay una plena aceptación de ella, ¿qué otra cosa podríamos hacer sino acusar a Aquél que nos hizo libres y que reconocemos sin reconocer en las relaciones con nuestros semejantes?
Jesús María Bustelo Acevedo
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