La represión que ha habido a lo largo de la historia nos hace pensar que el sexo nada tiene que ver con la espiritualidad. Yo no lo veo así, pero bueno, que cada cual se forme su opinión, pero que esa opinión sea propia y no condicionada por quienes ya no tienen el poder e influencia que durante siglos tuvieron.
Dios creó al hombre y el hombre creó a Dios. Para alcanzarlo construyó un complejo laberinto en el que acabó perdiéndose. Entonces decidió matarlo, pero no supo regresar.
Efectivamente, no hay que hacer siempre lo mismo, sino a cada momento inventar cosas nuevas, afrontar nuevos desafíos, crear nuevas vivencias y experimentarlas intensamente. Eso es vivir.